Preparación del cuerpo expedicionario francés a los Estados Unidos de 1780

Preparación del cuerpo expedicionario francés a los Estados Unidos de 1780

Preparación del cuerpo expedicionario francés a los Estados Unidos de 1780

Estatua del Mariscal Rochambeau

Contenido

Preparación del cuerpo expedicionario francés a los Estados Unidos de 1780

Partida del vizconde de Rochambeau hacia Francia en el Amazone

La escuadra británica continuaba bloqueando Newport. Sin embargo era urgente hacer zarpar a la fragata Amazone, comandada por La Pérouse, que debía conducir a Francia al vizconde de Rochambeau, hijo y miembro del estado mayor del comandante en jefe francés, Mariscal Jean-Baptiste Donatien de Vimeur de Rochambeau. Llevaría a Francia despachos exponiendo a los ministros la situación crítica de los ejércitos francés y americano. El vizconde debía especialmente apurar el envío del dinero prometido, ya que el pago a los soldados no estaba asegurado más que hasta el 1° de enero de 1781 y esto sólo por costosos préstamos. Más allá, quedarían sin recursos.[1]

El 27 de octubre de 1780, doce navíos británicos aparecieron ante la vista de Newport, pero al día siguiente un viento los dispersó y La Pérouse aprovechó habilmente el momento para hacer salir al Amazone con dos fragatas, la Surveillante y la Hermione, que llevaban un cargamento de madera para construcción destinado a Boston.[2]

El almirante Rodney retornó al Caribe en el curso de noviembre. Dejaba una escuadra de doce navíos de línea al mando del almirante Arbuthnot, quien estableció su fondeadero para todo el invierno en la bahía de Gardner, en el extremo de Long Island, con el fin de no perder de vista a la escuadra francesa. Al mismo tiempo, con navíos de cincuenta cañones, dispuso cruceros en la entrada de otros puertos de América. La concentracón de las fuerzas británicas ante Rhode Island resultaría muy favorable al comercio de Filadelfia et de Boston que quedaron sin bloqueo. Los corsarios americanos pudieron incluso tomar algunas presas a los británicos.

Lauzun pide servir a ordenes de La Fayette

En esos días, el general Green, que había tomado el comando del ejército del sur luego de la derrota del general Gates, pidió socorro y especialmente caballería que se pudiese oponer al cuerpo del coronel Tarleton, que actuaba sin ninguna resistencia.[3] El Le duque de Lauzun, sabiendo que La Fayette iba a partir hacia esas provincias y seguro del consentimiento de Washington, no dudó en solicitar ser empleado en esa expedición y en servir a las ordenes de La Fayette.[4]

Rochambeau le rechazó la autorización y la gestión de Lauzun fue lamentada en el ejército, sobre todo por el marqués de Laval, coronel del regimiento de Bourbonnais.[5]

Rochambeau hizo entrar al ejército a cuarteles de invierno en Newport, desde los primeros días de noviembre. La legión de Lauzun fue obligada, por falta de víveres, a separarse de su caballería, que fue enviada con los caballos de la artillería y víveres a los bosques de Connecticut a ochenta millas de Newport.[6]

Partió el 10 de noviembre.[7] El 15, detenido en Windham con sus húsares le había sido agregado Dumas y se reunió con Chastellux. El 16, hacia las cuatro de la tarde, llegaron juntos al ferry de Hartford donde fueron recibidos por el coronel Wadsworth. "Los Señores Linch y Montesquieu encontraron allí buenos alojamientos", dice Chastellux.[8]

Si se ha de creer a Lauzun, sólo Siberia puede compararse a Lebanon, que no estaba compuesta más que por algunas cabañas dispersas entre inmensos bosques. Debió permanecer allí hasta el 11 de enero de 1781.

Lauzun en Lebanon

El 5 de enero, Lauzun recibió nuevamente la visita de Chastellux[9]

Mientras tanto, el conde de Rochambeau iba a reconocer los cuarteles de invierno en Connecticut, porque contaba siempre con el arribo de la segunda división de su ejército y no quería encontrarse mal provisto. Había dejado en Newport al almirante Ternay, enfermo de una fiebre que no parecía inquietante; pero a penas había llegado a Boston, el 15 de diciembre, su segundo, el barón de Vioménil, le envió un correo informandole de la muerte del almirante. El caballero caballero Destouches, que era el capitán de navío más antiguo tomó entonces el comando de la escuadra y se condujo siguiendo las mismas instrucciones que tenía su predecesor.

Insubordinación de tropas americanas

El 11 de enero, el general Knox, comandante de la artillería americana, llegó enviado por el general Washington para informar a Lauzun que las brigadas de Pennsylvania y de New-Jersey, cansadas de servir sin sueldo, se habían amotinado, habían matado a sus oficiales y habían elegido jefes de entre ellos. Igualmente, informó que se temía que pudiesen marchar a Filadelfia para hacerse pagar por la fuerza, o que se uniesen al ejército británico, que no estaba lejos.[10]

Rochambeau y Washington carecen de dinero y de víveres

General George Washington

Lauzun se dirigió inmediatamente a Newport para advertir al general en jefe de esta rebelión. Rochambeau quedó tan procupado como afligido, ya que no tenía ningún modo de ayudar a Washington, puesto que el mismo estaba sin fondos y no había siquiera recibido una carta de Europa desde su llegada a América.[11] Se supo más tarde que el Congreso había calmado la revuelta de los de Pennsylvania haciéndoles un pequeño pago a cuenta, pero que como el motín se había propagado en la milicia de Jersey y amenazaba extenderse a todo el ejército -que tenía los mismos motivos de queja- Washington debió tomar medidas severas contra los nuevos alzados, medidas que hicieron que todo volviera al orden.

Rochambeau envía a Lauzun ante el general Washington

Jean-Baptiste Donatien de Vimeur, Conde de Rochambeau

A pesar de sus propias limitaciones, Rochambeau envió a Lauzun a unirse a Washington, quien tenía su cuartel general en New-Windsor, sobre el río del Norte.[12] El general americano le dijo que contaba con ir proximamente a Newport a ver al ejército francés y a señor de Rochambeau. Confió también a Lauzun que el general Arnold (quien ya se había pasado al bando británico) se había embarcada hacia Nueva York con 1.500 hombres para dirigirse a Portsmouth, en Virginia, a efectuar incursiones depredatorias en la bahía de Chesapeake, contra las que esperaba no tener más oposición que de las milicias locales; y que ante esto iba él (Washington) a mandar a La Fayette por tierra con toda la infantería ligera de su ejército para sorprender a Arnold. Pedía Washington que la escuadra francesa fuese a fondear en la bahía de Chesapeake y desembarcase allí un destacamento del ejército para cortar toda retirada a Arnold.

Lauzun permaneció dos días en el cuartel general americano y casi se ahoga cruzando el río del Norte.[13]

El edecán Dumas, que acompañó a Lauzun en este viaje, nos da interesantes detalles de su estadía con general americano.[14]

El estado de los ejércitos aliados obliga al Congreso americano a enviar a Francia a uno de los edecanes de Washington

El 28 de enero de 1781, el general Knox fue a visitar por dos días al ejército francés. El general Lincoln y el hijo del coronel Laurens fueron en la misma época.[15] Este último debía partir pocos días despúes hacia Francia en el l'Alliance.

La mala situación de los ejércitos aliados movió al Congreso a enviar a Francia al coronel Laurens, edecán del general Washington. Tenía ordenes de plantear nuevamente a la corte de Versailles el estado angustiante en que se encontraba su patria.

Sin embargo, las fragatas Hermione y Surveillante, que habían acompañado a la Amazone el 28 de octubre para dirigirse a Boston, volvieron a Newport el 26 de enero. Traían con ellas la gabarra Ile-de-France, mientras la Éveillé, la Ardent y la Gentille se habían adelantado. El retorno se debió al mal tiempo. Pero los mismos vientos que las habían demorado fueron aún más dañinos con los británicos. Estos habían hecho salir de la bahía de Gardner a cuatro navíos de línea para interceptar a la escuadra francesa; uno de ellos, el Culloden, de 74 cañones, se destrozó contra la costa y los dos otros perdieron sus mástiles.[16]

El capitán Destouches es enviado a Virginia para combatir a Arnold

Arnold, el americano traidor a su causa, incursionaba cada vez más amenazadoramente en el Estado de Virginia. Para responder a los insistentes pedidos de socorro de ese Estado -que ya no podía resistir- el capitán Destouches preparó una pequeña escuadra. Estaba compuesta por un navío de línea, el l'Éveillé, dos fragatas, la Surveillante, y la Gentille, y del cotre Guêpe. Estaba destinada a ir a la bahía de Chesapeake, donde Arnold no podía disponer más que de dos buques, el Charon de 50 cañomes y el Romulus de 44, y de algunas embarcaciones de transporte. La pequeña expedición francesa, de la que de Grasse fue comandante, se preparó en el mayor secreto. Llegó a la bahía de Chesapeake, se apoderó del Romulus, de tres corsarios y de seis bricks.

El resto de las fuerzas enemigas huyó río arriba, en direcciòn a Portsmouth. Los buques franceses no pudieron seguirlos debido a su mayor calado. De modo que de Grasse volvió con sus presas a Newport, pero había debido separarse de la balandra Guêpe, comandada por el Señor de Maulévrier. Se supo más tarde que había naufragado en el cabo Charles y que la tripulación había podido salvarse.

Lafayette y Rochambeau se adelantan también con el mismo objetivo

Todo lo anteriormente relatado no era más que el preludio de una expedición más importante. Washington había hablado de ella a Lauzun y este deseaba integrarla. Los generales en jefe de ambos ejércitos habían convenido que, mientras La Fayette se dirigiría a sitiar a Arnold en Portsmouth, una flota francesa transportando mil hombres atacaría desde el mar. Rochambeau, en efecto, hizo embarcar en los navíos de Destouches a 1.200 hombres tomados del regimiento de Bourbonnais, bajo la conducción del coronel de Laval y del mayor Gambs; y del regimiento de Soissonnais, a las ordenes del coronel y segundo comandante, el vizconte de Noailles, y del teniente coronel Anselme de la Gardette.[17]

Para reemplazar a las tropas que partían,[18] se hizo adelantar a 1.700 hombres de las milicias del país a las ordenes del general Lincoln, antiguo defensor de Charleston.

La elección de estos comandantes fue criticada vivamente por los principales oficiales. Lauzun, por ejemplo, reprochó al general en jefe no haber sido enviado y de Laval se quejó de no haber tenido el comando en jefe de la expedición.[19]

Notas

  1. El joven Rochambeau había aprendido de memoria los despachos que debía transmitir y luego los había destruído en previsión de ser tomado prisionero. La Pérouse, por su parte estaba encargado de los despachos del almirante Ternay.
  2. Los británicos intentaron dar caza a estos buques y destruyeron dos mástiles del Amazone, pero los franceses se pusieron finalmente fuera del alcance inglés los que cesaron la persecución.
  3. Decía Green que sin caballería no respondía si las provincias del sur se sometían al rey de Gran Bretaña.
  4. "aunque yo hubiese estado en guerra como coronel -dice en sus Memorias- mucho antes de que el saliese del colegio."
  5. Los oficiales del cuerpo expedicionario se habían prometido no servir a las ordenes de La Fayette y más aún habían solicitado al Señor de Rochambeau que no los hiciese actuar bajo sus ordenes.
  6. El Estado de esta provincia había hecho construir barracas en Lebanon para alojar a sus milicias. Fue allí que el duque de Lauzun debió establecer sus cuarteles de invierno.
  7. No sin desagrado por dejar Newport y en particular a la familia Hunter en cuyo seno había sido recibido y tratado como un pariente, y cuyas virtudes calmaron, de modo excepcional, sus instintos frívolos y de ligereza galante.
  8. Eran los dos nombrados edecanes del Barón de Vioménil
  9. Chastellux dijo a este respecto: "Llegué a Lebanon al ponerse el sol; no puedo decir con eso que hubiese llegado a la meeting-house de Lebanon donde los húsares de Lauzun tienen su cuartel: debí hacer aún más de seis millas viajando siempre hacia Lebanon. ¿Quién no creería, dicho esto, que no hablo de una ciudad inmensa? En verdad, esta es una de las más considerables de la zona, pues tiene en efecto cien casas : es inútil decir que esas casas están muy aisladas y distantes unas de otras, a menudo por más de 400 o 5OO pasos.... El Sr. de Lauzun me dio el placer de cazar una ardilla..., y al retorno cené en su casa con el gobernador Trumbull y el generalHutington."
  10. Este último temor era exagerado, pues unos emisarios del general británico Clinton habían ido a proponer a los amotinados pagarles los sueldos atrasados con la condición de que se pusiesen bajo sus ordenes, y un sargento de los milicianos les respondió: "(Clinton) nos toma por traidores, pero somos buenos soldados que sólo pedimos justicia a nuestros compatriotas; jamás traicionaremos sus intereses." Y los enviados británicos fueron tratados como espías.
  11. Esas son las palabras de Rochambeau que Lauzun usa en sus Memorias. Eso contradice el pasaje de las Memorias de Rochambeau, en las que dice (página 259) que recibió las primeras cartas mediante el navío que llevó al señor de Choisy. Soulès (página 365, tomo III) dice que esas primeras cartas llegaron con La Pérouse a fines de febrero de 1781.
  12. La manera en que Washington recibió a Lauzun halagó mucho a éste, a quien no le faltaba bravura, pero que, según surge de sus memorias, tenía también una cierta dosis de vanidad.
  13. El río arrastraba muchos bloques de hielo con tanta rapidez que resultó imposible gobernar el bote. Este se puso de través y comenzó a hacer agua. Estaba por hundirse cuando un bloque de hielo grande pasó a su lado. Lauzun saltó sobre el y luego, saltando de bloque en bloque consiguió llegar luego de tres horas a la orilla opuesta, con riesgo de morir a cada instante.
  14. Luego de relatar el modo simple y cordial con que fue recibido en New Windsor, dice: "Me conmovieron las muestras de afecto del general Washington por su alumno, su hijo adoptivo, el marqués de La Fayette. Sentado frente a él, lo miraba con complacencia y lo escuchaba con un visible interés. El coronel Hamilton, edecán de Washington, contó de que modo el general Había recibido un despacho de sir Clinton que estaba dirigido al señor Washington. "Esta carta -dijo Washington- está dirigida a un plantador del Estado de Virginia; la responderé al fin de la guerra; hasta ese momento no la abriré." Un segundo despacho fue entonces dirigido a Su Excelencia el general Washington. "Al día siguiente, Washington debía dirigirse a West Point; Dumas y el comte de Charlus lo acompañaron. Luego de haber visitado los fuertes, los blocaos y las baterías establecidas como defensa, estaba cayendo el sol y todos estabn por subir a sus caballos, cuando el general advirtió que La Fayette, a causa de su vieja herida, estaba muy fatigado: "Más vale que retornemos en bote -dijo- la marea nos ayudará a remontar la corriente." Se alistó rapidamente una ballenera y embarcaron. El frío era extremo. Los grandes trozos de hielo entre los que se debía navegar hacían oscilar la embarcación. El peligro se hizo más grande cuando una nevada espesa comenzó a acentuar la oscuridad de la noche. El general Washington, viendo que el patrón de la embarcación estaba atemorizado dijo, tomando el timón: "¡Vamos, hijos, coraje!; yo los voy a conducir porque mi deber es estar al timón." Y el episodio concluyó felizmente." Por esos mismos días fueron al cuartel general americano los señores de Damas, de Deux-Ponts, de Laval y Custine.
  15. Blanchard
  16. Uno de estos era el London, de 90 cañones y el otro el Bedford, de 74.
  17. Esta era la composición de esta expedición: Sr. barón de Vioménil, comandante; Sres. Marqués de Laval y vizconde de Noailles, comandantes de los granaderos y de los cazadores respectivamente; Sr. Collot, logística de caballería; Sr. de Ménonville, logística de infantería; Sr. Blanchard, comisario encargado general de los víveres.
  18. Mercure de France, mayo de 1781, p. 32.
  19. El señor de Charlus estaba en ese momento en Filadelfia. El señor de Chastellux se hizo notar más por sus excursiones que por sus combates durante la campaña. Los señores de Laval y de Lauzun dejaron en ocasiones a sus tropas sin motivos válidos. Debido a la complacencia del Señor de Barras se lo vió servir a las ordenes de su jefe, de Grasse, a quien él estimaba demasiado nuevo en su grado. Para Thomas Balch, las elecciones de Rochambeau no fueron sin embargo inadecuadas. Lauzun tenía que velar por la caballería acampada a veinticinco leguas de Newport y no podía ser reemplazado en el comando de ese arma especial. Por otra parte, Lauzun prestaba servicios reales -que su jefe gustaba reconocer- por el conocimiento que tenía de la lengua inglesa y por las buenas relaciones que su carácter afable le permitía mantener. El marqués de Laval, por su parte, quien se había prometido no servir a las ordenes de La Fayette no podía ser empleado con provecho como comandante de una expedición en la que el acuerdo con ese general era condición esencial del éxito. En suma, la expedición era muy importante y Rochambeau creyó que nada mejor podía hacer que poner en el comando a su segundo, el barón de Vioménil, sobre todo en momentos en que él mismo debía permanecer en donde estaba.

Fuentes

Les Français en Amerique pendant la guerre de l'indépendance des Etats-Unis 1777-1783 (en francés), por Thomas Balch.

Obtenido de "Preparaci%C3%B3n del cuerpo expedicionario franc%C3%A9s a los Estados Unidos de 1780"

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