Funny Games (película de 1997)

Para la película homónima de 2007, véase Funny Games U.S..

Funny Games
Título	Funny Games Funny Games (Juegos divertidos) (España) Horas de terror (Argentina)
Ficha técnica
Dirección	Michael Haneke
Producción	Veit Heiduschka
Diseño de producción	Christoph Kanter
Guion	Michael Haneke
Fotografía	Jürgen Jürges
Reparto	Ulrich Mühe Susanne Lothar Arno Frisch Frank Giering
Ver todos los créditos (IMDb)
Datos y cifras
País(es)	Austria
Año	1997
Género	Thriller
Duración	108 minutos
Idioma(s)	Alemán
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity

Funny Games (titulada Funny Games (Juegos divertidos) en España y Horas de terror en Argentina) es una película austriaca del año 1997 escrita y dirigida por Michael Haneke. La cinta participó en la selección oficial del Festival de Cannes de 1997. En 2007, el director de la película hizo un remake de la misma para conseguir mercado en Estados Unidos.

Argumento

Una familia acomodada de Alemania formada por Georg (Ulrich Mühe), Anna (Suzanne Lothar), su hijo Georg y su perro Rolfi, se dirige a su chalé de vacaciones en un lago de Austria. Son amantes del golf, de la música clásica y son aficionados a la vela. Cuando llegan pasan por la casa de sus vecinos Tom y Eva para preguntarles si estarían dispuestos a jugar al golf con ellos al día siguiente, y les ven con Paul (Arno Frisch) y Peter (Frank Giering). Al dirigirse a su casa, notan que sus vecinos estaban ligeramente raros cuando hablaban con ellos.

Una vez llegan a casa, se instalan y Georg y su hijo se dirigen a su barco para prepararlo y ir a navegar más tarde. Cuando el pequeño Georg vuelve a casa para pedirle un cuchillo a Anna, le advierte de que hay alguien esperando en la puerta. Anna abre la puerta y descubre a Peter, quien le pide amablemente cuatro huevos, puesto que Eva le ha mandado a por más ya que a ella no le quedaban. Anna le pregunta que cómo había conseguido saltar la alambrada, y Peter le confiesa que Tom se lo enseñó. No obstante, cuando Peter se dispone a salir, se le caen los huevos al suelo, así que vuelve a que Anna le dé otros cuatro, puesto que se había percatado de que aún le quedan ocho más. Anna accede, esta vez un tanto molesta le entrega cuatro huevos más y Peter, accidentalmente, tira el teléfono móvil de la familia al fregadero. Anna insta a Peter a marcharse con los huevos y Peter sale de la casa agradeciéndole su amabilidad.

Sin embargo, a los pocos segundos de haber salido, escucha a Rolfi ladrando en la puerta de casa y cuando se acerca para espantarlo descubre que Peter y Paul están dentro de casa pidiéndole sus últimos cuatro huevos. Más tarde, Paul le pide a Anna amablemente probar uno de sus drivers afuera en el césped. No obstante, al salir, Rolfi se pone a ladrar y, después de unos gemidos, se calla, cosa que alerta a Georg de que algo está pasando. Cuando Georg llega a casa, encuentra a Anna alterada, quien le pide que eche a los dos jóvenes de la casa. Georg les pide amablemente que abandonen sus pertenencias y tras una discusión Georg abofetea a Paul y Peter golpea con un palo de golf a Georg en la pierna. Peter se disculpa y Paul propone el primer juego: adivinar por qué él todavía tiene la pelota de golf en el bolsillo. Paul acompaña a Anna por todo el jardín para buscar a Rolfi y al final le encuentra muerto dentro del coche familiar.

Entonces escucha a Gerda (Doris Kunstmann) y a Robert (Wolfgang Glück) desde el embarcadero quienes se disponen a darles la bienvenida. Cuando vuelven a casa, Anna ayuda a Georg a sentarse en el sofa, puesto que él no puede por sí solo. Allí se sientan los cinco y hablan sobre por qué lo hacen hasta que Paul les propone hacer una apuesta, iniciando así el segundo juego: a las 9 de la mañana siguiente, la familia apostará a que continua con vida y Peter y Paul apostaran a que habrán muerto los tres.

Tras esto, Peter y Paul inician una discusión sobre si Anna sigue teniendo michelines. Puesto que no se ponen de acuerdo, cogen un saco y tapan la cabeza al pequeño Georg, para dar comienzo así al tercer juego: el gatito en el saco. Para preservar la moral del niño, le cubren la cabeza para que no vea como su madre se desnuda ante todos. Una vez Peter y Paul comprueban que Anna no tiene ni un solo michelin, le piden que se vista de nuevo, dando por finalizado el juego. Sin embargo, durante un forcejeo, el pequeño Georg consigue escapar de la casa por la ventana, pero no puede saltar la valla, puesto que es demasiado alta para que pueda salir. Así que decide escapar por el agujero por el que entraron Peter y Paul. Así, Georg se va a la casa de sus vecinos mientras Paul le persigue. Una vez escondido allí, Georg descubre que todos sus vecinos han sido asesinados y encuentra la escopeta con la que les han disparado. No obstante, Paul le descubre y Georg intenta dispararle, pero se da cuenta de que la escopeta no tiene balas.

De vuelta en casa, Paul vuelve con Georg, la escopeta y dos cartuchos. Paul inicia un nuevo juego en el que los dos asesinos deberan adivinar la edad de Anna y contar los números de su edad para eliminar al primero de los que morirá esa noche. No obstante, Peter se equivoca y asesina al pequeño Georg. Puesto que Paul considera que la apuesta ya no tiene sentido, Peter y Paul abandonan la casa mientras Anna y Georg padre tratan de superar el estado de shock en el que están inmersos. Después de llorar la muerte de su hijo, Georg le pide a Anna que intente huir y pedir ayuda mientras él intenta secar el teléfono móvil con un secador de pistola. No obstante, Anna es descubierta en la carretera por Peter y Paul, así que vuelven los tres para continuar con su apuesta.

Se disponen a iniciar un nuevo juego: la esposa entregada. Paul realiza una serie de pruebas a Anna con la intención de que si las supera, será ella quien decida quién de los dos morirá primero y de qué manera. No obstante, en un momento de distracción, Anna dispara a Peter con la última bala que queda de la escopeta, pero Paul, no contento con el resultado, busca un mando a distancia para deshacer la acción, y así conseguir evitar la muerte de su compañero. Puesto que Anna intenta matar a Peter, Paul se siente ofendido y decide asesinar con la escopeta a Georg.

Empieza a amanecer y los tres se dirigen al lago para montar en el barco y navegar, con la intención de arrojar al agua a Anna, que tiene la boca tapada y las extremidades atadas para que no pueda nadar y se ahogue. Tras acabar con ella, se dirigen a casa de Gerda para pedirle unos huevos de parte de Anna, continuando así el circulo de asesinatos.