Castillo de Frías

Castillo de Frías

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El Castillo de Frías se encuentra en la localidad de Frías en el norte de la provincia de Burgos. El castillo se alza en lo alto de un cerro, no muy lejos del río Ebro.

Historia

Sus orígenes hay que buscarlos en una primitiva fortaleza creada en el siglo X, siendo ampliado en los siglos posteriores. En 1202 entró a formar parte de las posesiones de la corona. A finales del siglo XII el rey Alfonso VIII le dotó de nuevas defensas. En 1446 el castillo fue cedido a Pedro Fernández de Velasco, duque de Frías, realizando éste una importante labor de restauración. El pueblo de Frías, gobernado hasta ese momento bajo el poder real, no aceptó de buen grado el sometimiento al nuevo señor. Tras un largo asedio, los vecinos debieron desistir. Los Reyes Católicos crean el Ducado de Frías para los Velasco en 1492. Su función militar cesó tras la Guerra de Independencia.

Descripción

Los restos del castillo en la actualidad es una mezcla de construcciones de los siglos XII, XIII, XV y XVI. Está separado de la población por un foso con puente levadizo.

Puerta de acceso

Tras el foso nos encontramos con una antepuerta, de clara función defensiva, en la que aún hoy en día es posible contemplar restos de vanos en forma de cañoneras, troneras y saeteras en los merlones. La entrada presenta un acceso en recodo, típico de las fortificaciones musulmanas. Está formada por una torre cuadrada, que se abre en el centro de un grueso y largo muro, cuyos extremos están rematados por dos cubos.

Patio de Armas

El recinto interior adopta la forma de un cuadrado, que en su origen estaría parcialmente cubierto. En el centro se conserva un aljibe. El muro del lado sur conserva tres ventanales ajimezados adornados con capiteles románicos.

Torre del Reloj

Esta torre, de forma cilíndrica, alberga un reloj originario del siglo XVII. Está situada en el extremo opuesto en relación a la torre del homenaje.

Torre del Homenaje

La torre del homenaje se eleva de forma independiente del resto de la construcción. Es de planta poligonal y está construida en mampostería. La torre se une al resto del castillo por una angosta escalera. Se conservan capiteles en columnas ajimezadas. Dentro de la torre hay un par de estancias abovedadas, y sobre ellas una terraza que constituye un mirador privilegiado sobre Frías y todo el Valle de Tobalina.

Bibliografía

• Castillos de Burgos. Javier Remón Bernard. Ediciones Lancia. Madrid, 1993

Enlaces externos

• «Fotografías sobre el castillo».

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