Tarragona

Tarragona
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Bandera de Tarragona
Bandera
Escudo de Tarragona
Escudo
Tarragona
Tarragona
Ubicación de Tarragona en España.
Tarragona
Tarragona
Ubicación de Tarragona en la provincia de Tarragona.
País Flag of Spain.svg España
• Com. autónoma Flag of Catalonia.svg Cataluña
• Provincia Bandera actual de la provincia de Tarragona.svg Tarragona
• Comarca Tarragonés
• Partido judicial Tarragona
Ubicación 41°06′56″N 1°14′″E / <span class="geo-dec geo" title="Fotos, mapas y otros datos de 41.11556 Expresión errónea: operador / inesperado">41.11556, Expresión errónea: operador / inesperadoCoordenadas: 41°06′56″N 1°14′″E / <span class="geo-dec geo" title="Fotos, mapas y otros datos de 41.11556 Expresión errónea: operador / inesperado">41.11556, Expresión errónea: operador / inesperado
• Altitud 68 msnm
• Distancias 91 km a Barcelona
235 km a Zaragoza
542 km a Madrid
Superficie 62,35 km²
Núcleos de
población
16
Población 140.184 hab. (2010)
• Densidad 2.248,34 hab./km²
Gentilicio Tarraconense
Código postal 43001 - 43008
Alcalde (2011) Josep Fèlix Ballesteros (PSC)
Hermanada con Bandera de Italia Alguer (Italia), desde 1972

Bandera de Francia Aviñón (Francia), desde 1968
Bandera de Austria Klagenfurt (Austria), desde 1996
Bandera de Francia Orleans (Francia), desde 1978
Bandera de Italia Pompeya (Italia), desde 2006
Bandera del Reino Unido Stafford (Reino Unido), desde 1992

Sitio web www.tarragona.cat

Tarragona es una ciudad y municipio del sur de Cataluña, España, capital de la Provincia de Tarragona y de la comarca del Tarragonés. Durante la época medieval y la moderna, fue la capital de la Veguería de Tarragona.

El municipio cuenta con una población de 140.323 habitantes (padrón del INE a 1 de enero de 2009). Su ubicación a la orilla del Mediterráneo en la Costa Dorada, con playas de aguas cálidas, así como sus centros de recreo y tradición histórica y patrimonio artístico, la convierten en un centro de atracción turística de primer orden. Su origen se remonta a la antigua Tarraco romana, capital de la Hispania Citerior Tarraconensis. El «Conjunto arqueológico de Tarraco» ha hecho que Tarragona sea considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Contenido

Historia

Tarragona Antigua

Artículo principal: Tarraco

Los orígenes de Tarragona se remontan en un pequeño poblado íbero denominado Kese. Tarragona debe su nombre a la Tarraco (Colonia Iulia Vrbs Triumphalis Tarraco) de los romanos, que fue primero capital de la Hispania Citerior en la época republicana y de la provincia de la Hispania Tarraconensis durante el Imperio.[1]

La Tarragona de la Marca Hispánica

Tarragona fue ocupada por los árabes tras la invasión del 711. Posteriormente Carlomagno crea la Marca Hispánica, ocupando la parte oriental y norte de la actual Cataluña, Tarragona, Barcelona y Gerona. En el 985 una razzia de Almanzor incendia Barcelona y ocupa Tarragona, definitivamente reconquistada en el 1116 por Ramón Berenguer III.

Tarragona Medieval (s.XII-XV)

Torre del Pretorio romana, usada en la Edad Media como castillo.

En 1129 San Olegario, arzobispo de Tarragona, cedió la ciudad como un principado eclesiástico al mercenario normando Robert Bordet, que había servido a las órdenes de Alfonso I de Aragón. El 14 de marzo de 1129, este caballero fue nombrado príncipe de Tarragona mediante un pacto de vasallaje. A partir de la infeudación del Principado de Tarragona, los normandos, comandados por Bordet, se instalaron en la ciudad. Robert Bordet aprovechó una antigua torre romana todavía en pie, la actual Torre del Pretorio, para establecer su castillo. Se iniciaba así un primer proceso de colonización de la ciudad, dirigido sobre el terreno por Robert, pero controlado desde Barcelona por el arzobispo.

La situación en la ciudad se complicó con la muerte de San Olegario. En 1146, su sucesor, Bernat Tort, un hombre de confianza del Conde de Barcelona, se estableció en la ciudad. Se iniciaba así un proceso marcado por continuos conflictos jurisdiccionales que culminaron con la extinción del principado y la restitución al Conde de Barcelona en 1151.

La Tarragona de finales del siglo XII ya era un núcleo urbano plenamente consolidado que se había convertido en el centro director de un amplio territorio. En 1148 el gobierno local se había reordenado y el consejo de habitantes de la ciudad participaba intensamente en la vida urbana. La ciudad creció y ocupó toda el área interna del Foro provincial de Tarraco, manteniendo así la estructura arquitectónica heredada de la época romana. La ciudad del siglo XII surgió, pues, en el área de grandes monumentos, alrededor de los castillos señoriales. A partir de 1146 se ocupó el área del recinto de culto de época romana, un sector que tomó especial relieve con el inicio de la construcción de la Catedral en 1171, y que se convirtió en el eje vertebrador de la ciudad a partir de su consagración en 1331.

Fuera del recinto defensivo de esta primera época, había tres áreas claramente diferenciadas: en primer lugar, el Corral, el antiguo circo romano, que se convirtió en un burgo extramuros con un mínimo de población y destinado principalmente a actividades comerciales e industriales. En segundo lugar, la Vila Nova que era el área que se prolongaba desde el Corral hasta el puerto y estaba destinada básicamente a huertos, cultivos, herrenales y molinos. A diferencia de la primera, no estaba muy habitada, excepto en el área del puerto y en la zona más próxima al Corral. Finalmente la huerta de Tarragona, también destinada a la explotación agraria, que se extendía a ambos lados del Francolí y llegaba hasta Riu Clar.

La expansión de la peste bubónica por toda Europa marcó el inicio de un importante periodo de recesión demográfica. La epidemia llegó a la ciudad entre mayo y julio de 1348, provocando una gran mortandad. El descenso de la población y la crisis general en que se encontraba la ciudad hizo que el núcleo urbano entrara en un importante proceso recesivo. El descenso del número de fuegos se plasmó en un número menor de casas ocupadas. A pesar de esto, en 1368 la ciudad, siguiendo las directrices marcadas por la Corona, empezaba las tareas de mantenimiento y refuerzo de las murallas de la ciudad mediante la construcción de la Muralleta o Mur Nou, a la altura de la fachada del circo. De esta forma el área del Corral, el antiguo circo romano, quedó incorporada al núcleo urbano.

La situación política se agravó a lo largo de la primera mitad del siglo XV. Las diferencias entre la Generalidad de Cataluña y Juan II de Aragón provocaron una guerra civil catalana, en la que el arzobispo se puso del lado de los realistas, mientras que el Consejo Municipal, tras un periodo de prudencia, se alió con la Generalidad.

El 17 de octubre de 1462 las tropas de Juan II llegaron a Tarragona para sitiar la ciudad. La guerra sumió a Tarragona en la más absoluta decadencia. Las defensas de la ciudad, especialmente en el sector del Mur Nou, quedaron muy deterioradas, así como las del área del Corral. La población disminuyó drásticamente y la municipalidad se declaró en quiebra. Los efectos de la guerra fueron visibles en la ciudad durante mucho tiempo.

Siglos XVI-XVIII

La vida de la ciudad de Tarragona durante la época moderna está marcada por tres importantes conflictos bélicos. Desde el siglo XVI se construyen o consolidan fortificaciones para defender la ciudad y sus alrededores de las continuas guerras y ataques piratas. A partir de la Guerra de los Segadores y hasta mediados del siglo XIX Tarragona fue plaza fuerte, lo que comportaba que no se podían destruir las fortificaciones y se tenía que dejar un espacio delante de la muralla libre de edificios, con las dificultades que ello suponía para la expansión urbanística. Las epidemias fueron una constante en este periodo y provocaron grandes mortandades y el éxodo de la población.

Durante la Guerra de los Segadores (1640-1659), en la que se enfrentaron catalanes y franceses por un lado y la monarquía hispánica por otro, la situación estratégica de Tarragona le hizo padecer dos importantes sitios, en 1641 y en 1644, que comportaron graves destrucciones de edificios y la consecuente postración y decadencia económica de la ciudad. El puerto padeció daños importantes y se abandonó durante mucho tiempo, por lo que el comercio se desvió hacia el puerto de Salou. La economía del Camp de Tarragona entró en una grave crisis de la que no se recuperó hasta finales del siglo XVIII, cuando se autorizó la reconstrucción del puerto y se concedió el permiso para comerciar libremente con América.

El segundo gran conflicto bélico que padeció la ciudad fue la Guerra de Sucesión (1702-1714) que alcanzó la ciudad cuando todavía no se había recuperado de los estragos de la Guerra de los Segadores. Tarragona fue defendida por una guarnición británica que mejoró el sistema defensivo con la construcción de la Falsa Braga y de otros fortines y baluartes, la mayor parte actualmente desaparecidos. Cuando Felipe V accedió al poder promulgó el Decreto de Nueva Planta, que instauraba un sistema de gobierno centralizador y absolutista. En esta nueva organización, las antiguas veguerías se reagruparon en corregimientos y nacieron los ayuntamientos, al tiempo que se jerarquizó el organigrama político, se recortó el poder de los arzobispos y se suprimió la Universidad.

Otro grave problema con el que se enfrentó la ciudad a lo largo de los siglos XVI y XVII son las epidemias de peste y los ataques piratas. La piratería en la costa del Mediterráneo provocó la huida de la población hacia zonas más seguras del interior. Para intentar controlar los ataques piratas se construyeron torres de defensa a lo largo de la costa, como la Torre de la Móra, o como el baluarte sobre el puerto natural de Tamarit, que data de 1617. Las batidas corsarias supusieron un importante tropiezo demográfico y económico para las zonas afectadas.

La iglesia, y más concretamente, los arzobispos jugaron un papel importante en el relanzamiento cultural, artístico y urbanístico de la ciudad en el siglo XVI, ya que estos religiosos, además de ser prelados, ocupaban importantes cargos políticos. Arzobispos como Gaspar Cervantes, Joan Terès y Antoni Agustín dotaron a la ciudad de una Universidad Literaria, ampliaron los límites de la ciudad amurallada hasta la actual Rambla Nova -con la construcción de la muralla de Sant Joan- y promovieron y financiaron obras y capillas en la catedral de Tarragona. Por otra parte, en la ciudad estaban instaladas numerosas órdenes religiosas instaladas que realizaban entre tareas benéficas y educativas.

La llegada del agua a la ciudad, proveniente de Puigpelat, supuso una importante mejora de la calidad de vida de la población. En este caso, también hay que destacar la contribución de la jerarquía eclesiástica al desarrollo de la ciudad, puesto que la obra fue impulsada por los arzobispos Joaquín de Santiyán y Francesc Armanyà.

A lo largo del siglo XVIII, la ciudad experimentó un ligero crecimiento que se verá de nuevo truncado, a principios de la centuria siguiente, por un nuevo conflicto bélico, la Guerra del Francés.

En el ámbito artístico, a finales del siglo XVI, se produce un renacimiento del clasicismo de la mano de la Escuela del Camp, con el apoyo del arzobispo Antoni Agustín y los canónigos humanistas.

A pesar de los acontecimientos dramáticos que marcaron la época moderna, la celebración de las fiestas tradicionales continuó siendo uno de los hitos que marcaban el calendario tarraconense. Los gremios eran los encargados del séquito que salía a la calle para las fiestas de Santa Tecla, Corpus, la llegada de los reyes y la entrada de nuevos arzobispos. A mediados del siglo XVI se fundó la Confraria de la Sang, cuya relevancia social sobrepasó con creces la participación en la procesión del Santo Entierro.

Siglos XIX-XX

Placa conmemorativa del Sitio de Tarragona de 1811

El siglo XIX se inicia con un conflicto bélico de consecuencias devastadoras para la ciudad: la Guerra de la Independencia o Guerra del Francés. Tras un sitio largo y terrible para la población, Tarragona fue asaltada por el ejército francés el 28 de junio de 1811. A partir de ese momento, los franceses ocuparon la ciudad durante más de dos años, tras los cuales dejaron un rastro de miseria y hambre, agravadas por la voladura de puntos estratégicos de la ciudad que acompaño su salida, el 19 de agosto de 1813.

La recuperación económica y demográfica fue lenta, a pesar de que se eximió a la ciudad del pago de tributos entre 1816 y 1826. Con la mejoría de la situación, se reemprenderán las obras del puerto y otras que habían quedado paradas con el conflicto. Este hecho permitirá el establecimiento de comerciantes foráneos y la formación de una pequeña burguesía comercial emprendedora que hará posible la modernización de Tarragona a lo largo del siglo XIX.

En 1786 se concedió a Tarragona el permiso para comerciar libremente con América y la actividad económica se orientó hacia el comercio del vino y el aguardiente. Este hecho conllevó la expansión del cultivo de la viña en detrimento de otros productos. Con la aparición de la filoxera en Francia, hacia 1870, el cultivo se extendió de forma desmesurada, hasta el punto que se plantaban viñas en lugares poco adecuados. La ventaja de la proximidad del mercado exportador y la facilidad de transporte hacían que fuera un cultivo rentable, por lo que Tarragona se benefició mucho económicamente. Este movimiento económico motivó la aparición de una nueva clase social de obreros y menestrales, mientras que la burguesía aprovechó para invertir en diversas empresas.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, las oscilaciones del precio del vino condicionaron la economía y la demografía de la ciudad, así como su expansión urbana. En periodos de euforia se incrementó la población, se fomentaron industrias auxiliares relacionadas con la exportación de vinos y se establecieron numerosas sociedades y entidades vinculadas con este comercio. A partir de mediados de siglo, el crecimiento económico posibilitó mejoras urbanas que cambiaron la fisonomía de la ciudad.

En 1868, Tarragona dejó de ser plaza fuerte, lo que permitió la construcción de edificios y viviendas fuera de la muralla. Militarmente, las murallas ya no eran necesarias, puesto que las nuevas tecnologías de guerra habían demostrado que eran inútiles. Por otra parte, la presión demográfica hacía imprescindible la urbanización de esa zona de la ciudad. Sólo a partir de 1854, y de una manera intermitente e irregular debido a los elevados costes económicos que suponía, se inició el derribo de la muralla de Sant Joan, que permitió la urbanización y la construcción de nuevos edificios en la actual Rambla Nova y la proyección de nuevas calles, como la de la Unió, que harán posible la conexión de la Parte Alta con la Marina. La Parte Alta de la ciudad, más estática, continuó siendo el espacio preferido como residencia por la nobleza, por los eclesiásticos y también, por sectores, de los payeses y los artesanos. La Parte Baja o Marina, de nueva construcción, más dinámica, se convirtió en el lugar donde se establecerá la burguesía comercial con sus talleres y tiendas.

Las obras del puerto y del ensanche de la ciudad provocan el descubrimiento de numerosos restos arqueológicos. En esta época se pudieron salvar muchos restos de la antigua Tarraco, que sirvieron como base del primer Museo Arqueológico.

A lo largo de los siglos, la presencia del puerto fue determinante para el comercio de Tarragona. Las mejoras de la infraestructura del puerto durante este periodo permitieron la introducción de nuevas empresas y, por lo tanto, la modernización de la ciudad.

Durante el primer tercio del siglo XX se producen en el país cambios políticos y sociales que influyeron de manera determinante en la vida de los tarraconenses: la Dictadura de Primo de Rivera, la proclamación de la Segunda República y la Guerra Civil Española (1936-1939). El conflicto supuso un grave tropiezo y un retroceso en el desarrollo económico y social de Tarragona. La ciudad fue bombardeada en numerosas ocasiones, con lo que, además de sufrir un considerable número de víctimas mortales, su estructura urbanística se vio gravemente dañada con la destrucción de infraestructuras, que tuvieron que reconstruirse durante los difíciles años de la posguerra.

A finales de la década de los cincuenta algunas industrias químicas empezaron a instalarse en la zona, y en 1975 entró en funcionamiento la refinería de Enpetrol. El empuje del sector industrial también influyó de manera notable en el aspecto urbanístico y constructivo en general, ya que, el aumento de población, por el incremento de la inmigración, llevó a la creación de nuevos barrios periféricos, que se construyeron, a poniente, sobre la carretera de Valencia (Torreforta, Camp Clar, Bonavista, Icomar, Riuclar, La Floresta y la Granja) y al norte de la ciudad (Sant Salvador y Sant Pere y Sant Pau).

Tarragona pasará a ser una ciudad industrial especializada en el campo petroquímico. En estas industrias, la salida y la entrada de los productos elaborados se hace por el puerto de Tarragona que pasará a ser el segundo puerto español por volumen de toneladas anuales.

Demografía

Vista de Tarragona y de la catedral.
Vista de la Rambla Nova.

Tarragona tiene un total de 140.323 habitantes, según datos del padrón del 1 de enero de 2009. Tarragona es capital de una área metropolitana de 456.042 habitantes.[2]

La población está distribuida en diferentes barrios que van de poniente a levante.

Núcleos de población

Lista de población por barrios:

Barrios Habitantes (2008)
Centro Ciudad eixemple
57.462
Parte Alta
4.181
Riuclar
1.079
Parc Riuclar
1.499
La Floresta
1.133
Icomar
685
Bonavista
9.189
Torreforta
8.751
La Granja
3.521
Campclar
3.775
El Pilar
1.803
Sant Salvador
7.591
Sant Pere i Sant Pau
16.248
Llevant
13.250
Serrallo
1.142

Evolución demográfica

Gráfico demográfico de Tarragona entre los años 1717 y 2006:

1717-1981: población de hecho; 1990- : población de derecho

Tabla que indica el aumento de población durante el siglo XX, desde 1900 hasta la actualidad:

Evolución demográfica de Tarragona
1900 1930 1960 1990 2005
25.207 32.379 45.273 112.360 130.670
(Fuente:[cita requerida] )

Política y gobierno

Las formaciones políticas más relevantes en el ámbito local son, el PSC (Partido de los Socialistas de Cataluña), CiU (Convergencia y Unión), PP (Partido Popular), y ICV-EUiA-EPM ([Iniciativa per Catalunya Verds-Esquerra unida i alternativa-Entesa pel progrés municipal). La corporación municipal está formada por 27 concejales, incluyendo al alcalde. En las últimas elecciones municipales de 2011, con una participación del 61,14%, el PSC obtuvo 12 concejales, seguido de CiU, con 7 concejales, 7 para el PP, y 1 de ICV-EUiA. La ciudad vuelve a estar gobernada por Josep Fèlix Ballesteros (PSC).

Lista de alcaldes desde las elecciones democráticas de 1979
Mandato Nombre del alcalde Partido político
1979–1983 Josep María Recasens Comes PSC
1983–1987 Josep María Recasens Comes PSC
1987–1991 Josep María Recasens Comes (1987-1989)
Joan Miquel Nadal Malé (1989-1991)
PSC
CiU
1991–1995 Joan Miquel Nadal Malé CiU
1995–1999 Joan Miquel Nadal Malé CiU
1999–2003 Joan Miquel Nadal Malé CiU
2003–2007 Joan Miquel Nadal Malé CiU
2007–2011 Josep Fèlix Ballesteros Casanova PSC
2011– Josep Fèlix Ballesteros Casanova PSC

Lugares destacados

Conjunto arqueológico de Tarraco
UNESCO logo.svg Welterbe.svg
Nombre descrito en la Lista del Patrimonio de la Humanidad.
PANAmfiteatre.jpg
Anfiteatro de Tarraco
Coordenadas 41°06′53.0″N 1°15′33.5″E / 41.114722, 1.259306
País Bandera de España España
Tipo Cultural
Criterios ii, iii
N.° identificación 875rev
Región Europa y
América del Norte
Año de inscripción 2000 (XXIV Sesión)
  • El Casco Antiguo. En la parte alta de la ciudad, coincide con el antiguo Fórum Provincial de Tarraco. Está rodeado por la Muralla romana, cuya longitud hacia el siglo III a. C. era de unos 4 km. Sin embargo, en la actualidad sólo se conserva alrededor de 1 km y una puerta adovelada original. El Casco Antiguo, conocido popularmente como "Part Alta", es hoy en día una de las zonas más visitadas tanto por turistas como por autóctonos gracias a la oferta gastronómica y de ocio que éste ofrece.
  • El Anfiteatro de Tarraco. Del siglo I, en su interior conserva también restos de una basílica visigoda y una iglesia románica.
  • La Tarraco Arena Plaza. Data de 1883. De piedra mampuesta y ladrillo.
  • El Balcón del Mediterráneo. Mirador situado sobre un acantilado al borde del mar, al final de la Rambla Nova. Está bordeado por una antigua barandilla de hierro forjada por Joan Miquel Guinart, en el inicio del siglo XX. Desde él se puede contemplar parte de la ciudad, el puerto, la estación, el anfiteatro, la playa y La Punta del Milagro desde una altura de 23 metros, además de una magnífica panorámica del mar. La Punta del Milagro es también el escenario donde se celebra cada año en el mes de julio, durante seis noches, el famoso Concurso Internacional de Castillos de Fuegos Artificiales de Tarragona en el que participan importantes empresas pirotécnicas españolas y extranjeras, y que se ha convertido en el certamen de referencia del Mediterráneo. *[1]
  • El Circo romano de Tarraco. Dentro del casco antiguo de la ciudad, hallamos hoy en día los restos arqueológicos de lo que fue el circo, que ofrecía carreras de carros. Pueden visitarse en diferentes establecimientos de la ciudad; así como lo que se conoce como capçalera, la curva final del recorrido. Las carceres, donde estaba la salida, se hallan bajo los cimientos del actual ayuntamiento de Tarragona, en la Plaça de la Font.
Vista lateral de la Catedral de Tarragona.
  • La catedral es un exponente magnífico de templo religioso cristiano iniciado hacia el siglo XII. Su estilo arquitectónico está a caballo entre el románico y el gótico, hallando en este peculiar edificio de la ciudad una armonía sonante de estilos artísticos diferenciados entre sí, que hacen del conjunto un gran edificio digno de una sede episcopal primada.
  • La Casa de la Fiesta de Tarragona es un equipamiento cultural que permite durante todo el año conocer los elementos identitarios de las Fiestas de Santa Tecla de Tarragona y su secuencia ritual, declaradas Fiesta Tradicional de Interés Nacional por la Generalitat de Catalunya y Fiesta de Interés Turístico Nacional por el Gobierno de España. Ubicada en la Vía Augusta número 4, abre sus puertas en 2007 y de manera permanente en 2008.
  • Teatro Metropol del arquitecto Josep Maria Jujol, discípulo de Gaudí y el Gran teatro de Tarragona es una obra modernista
  • Altar de Jesus i Maria del arquitecto Gaudí

Vistas de la ciudad

Vista desde la parte alta.


Vista desde el Fortí de la Reina.


Vista del lado noroeste de la ciudad.


Rambla Nova.


Gastronomía

La gastronomía de Tarragona es el reflejo de su personalidad histórica y cultural: como puerto del Mediterráneo, una parte importante de su riqueza viene del mar, que se conjuga con la rica agricultura. Se pesca en Tarragona marisco y pescado azul reconocido por la Denominación de Origen Pescado Azul de Tarragona. En el Serrallo (el barrio de pescadores de Tarragona), se pueden encontrar varios restaurantes que ofrecen una cocina basada en los productos frescos del mar.

El plato típico por antonomasia en Tarragona es la Espineta amb cargolins, especialmente consumido en las fiestas de Santa Tecla. Es un plato que combina la espineta, lomo de atún, con caracoles, así como un completo sofrito de verduras. De cocción elaborada, necesita un reposo de una noche. Es célebre la frase "Santa Tecla gloriosa, mare dels tarragonins, què fem avui fer dinar? Espineta amb cargolins!" (Santa Tecla gloriosa, madre de los tarraconenses, ¿qué hay hoy para comer? Espineta amb cargolins!)

Otros platos más típicos de Tarragona son la cassola de romesco, el arrossejat, el arroz negro, así como el pescado a la plancha o frito. Muchos de los restaurantes que ofrecen estos platos están situados a poca distancia del mar, lo que hace que sus platos estén hechos con pescado fresco, además de poder disfrutar de maravillosas vistas sobre el mar y del ambiente típico del Serrallo.

En cuanto a los productos agrícolas la mayoría provienen de las comarcas del interior de Tarragona. Avellanas, almendras, setas, y cítricos son también productos típicos. Merecen una citación especial y a parte los vinos de la Denominación de Origen Tarragona, en especial las mistelas y vinos rancios ideales para acompañar los postres.

En la Parte Alta de la ciudad muchos restaurantes se encuentran en edificios históricos que transportan al gourmet a la época del esplendor imperial o a los años de la difícil reconquista. Para completar esta ambientación histórica en el mes de mayo se celebran las jornadas gastronómico-culturales Tarraco a Taula, que ofrecen la oportunidad de catar algunos platos extraídos de recetas romanas.

En Tarragona también son típicos los bares de tapas o llesqueries, y con la llegada del buen tiempo se puede disfrutar en cualquier plaza o calle de la ciudad de las terraza de los bares para tomar el vermut antes de comer.

Eventos y fiestas

Carnaval de Tarragona

El Carnaval de Tarragona se remonta a las fiestas saturnales, lupercales y matronales que celebraban los romanos. El carnaval se continuó celebrado durante todas las épocas de la historia, pese a que fue prohibido en varios momentos, el último de ellos fue durante el franquismo.

Es característica del carnaval de Tarragona la colocación de la Bóta en la plaza del ayuntamiento que indica el principio y final (cuando se queman todos los Ninots). Son también características las rúas de Ninots i Reis (con sus respectivos séquitos), las sátiras, los saraus, entre otros muchos elementos. Y al final de la celebración la crema de los Ninots y la desfilada mortuoria de los Cremallers i Ploraneres.

Festival Internacional de Dixieland de Tarragona

La semana anterior a la de Pascua: único certamen dedicado a los orígenes del jazz en España y uno de los principales de Europa. [2]

Procesión del Santo Entierro: la procesión del Silencio

La Procesión del Santo Entierro es la más emblemática de las que se celebran en Tarragona durante las festividades de Semana Santa. Se celebra el día de Viernes Santo, aunque antiguamente se realizaba el Jueves Santo.

La tarde del Viernes Santo se hace la recogida de los pasos por parte de los armats. Este acto no suele verse en otras ciudades o pueblos y en Tarragona es uno de los eventos más esperados por la mayoría de tarraconenses, ya que es algo muy dinámico y espectacular. Esta reunión empieza hacia las 16:00h. La gente puede acercarse mientras se forma la cola procesional que saldrá sobre las 19:30. Los armats son uno de los elementos más emblemáticos de la Semana Santa de Tarragona. Están documentados desde 1758 y ellos son los que escoltan y recogen los pasos antes de la procesión y encabezan, cuando todos los pasos están en la Plaza del Rey, el cortejo. La cohorte está formada por el centurión o Capità Manaies, un tocador de trompeta, 6 tocadores de timbales, que van vestidos con capa blanca, y 32 armats con capa roja, coraza, escudo y lanza. A principios del año 2011 se hizo público el proyecto de los armats de renovar su vestimenta, diseñándola más vistosa y más realista pero sin perder la estética tradicional de los Armats de Tarragona.

Esta procesión data de 1550, organizada por la Reial i Venerable Congregació de la Puríssima Sang del nostre Senyor Jesucrist, que se creó en 1545 cuando los alpargateros y los esparteros de la ciudad se agremiaron. Su recorrido por las calles del casco antiguo de la población le da una estética espectacular. Intervienen alrededor de unas 5.000 personas y 20 pasos, de los que la mitad se cargan a la espalda.

La Semana Santa tarraconense fue declarada Fiesta Tradicional de Interés Nacional.

Diada de Sant Jordi

Cada 23 de abril, se venden rosas y libros en la parte central de la Rambla Nova. Además, suele ser el inicio de la temporada de Castells de las collas de Tarragona, es por eso que por la tarde de este mismo día els Castellers de Sant Pere i Sant Pau, els Xiquets del Serrallo, els Xiquets de Tarragona y la Colla Jove Xiquets de Tarragona, actúan en la Rambla Nova, con castillos modestos que son como el "pistoletazo de salida" a la temporada.

Tarraco Viva

Celebrado durante las dos últimas semanas de mayo, es un festival cultural internacional dedicado y especializado en la de divulgación histórica de época romana. Con él, la ciudad vuelve a la época clásica, con legionarios, gladiadores, artesanía, comida etc. [3]

Revetlla de Sant Joan

El 23 de junio se celebra la noche de culto al fuego con petardos y baile hasta la madrugada.

Concurso Internacional de Castillos de Fuegos Artificiales de Tarragona

La primera semana completa de julio: es el certamen pirotéctico de referencia del Mar Mediterráneo. [4] [5]

Fiestas de San Magín

La fiesta pequeña de la ciudad, entre el 16 y el 19 de agosto. Durante estas fiestas se traen en carros, toneles de agua de las fuentes del Brufaganya (agua supuestamente bendecida por el santo patrón) hacia la ciudad. El seguici popular, formado por gigantes, cabezudos, grallers y la Guardia Urbana montada a caballo, recibe los carruajes y los conduce hasta la ermita del Portal del Carro, donde los tarraconenses pueden beber el agua milagrosa.

Diada Nacional de Cataluña

Cada 11 de septiembre se hacen diferentes y variados actos festivos de reafirmación de la cultura catalana.

Fiestas de Santa Tecla

Exhibición castellera durante las fiestas de Santa Tecla.
La calle mayor durante las fiestas de Santa Tecla.

La fiesta grande de la ciudad, entre el 15 y el 24 de septiembre, declarada de interés turístico nacional por el Gobierno de España y fiesta tradicional de interés nacional por la Generalitat de Cataluña. Se realizan más de 500 actividades, de las que destacan las exhibiciones castelleres. [6]

Concurs de castells

El primer domingo de octubre de los años pares. Es el principal certamen de esta tradición catalana.

Tarragona 2017. Sede de los Juegos del Mediterráneo

Tarragona fue escogida el 15 de octubre de 2011, en la ciudad de Mersin(Turquía), como la sede de los XVIII Juegos Mediterráneos de 2017. Acogerá este evento deportivo entre finales de junio y principios de julio de 2017.

Véase también

Bibliografía

  • Thierry Dutour, La ciudad medieval: orígenes y triunfo de la Europa urbana, p. 82. — Paidós, Buenos Aires, 2005. ISBN 950-12-5043-1
  • Darío Varela, Genserico, rey de los vándalos, p. 119. — Editorial Kódigos, Madrid, 2007. ISBN 84-934599-1-7

Referencias

  1. Claudio Ptolomeo, ii. 6. § 17
  2. Conurbaciones en 2008 según el proyecto AUDES5

2. http://www.gal-art.com/web/ver.php?id=299

Enlaces externos

Enlaces de fiestas y culturales


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  • TARRAGONA — TARRAGONA, Mediterranean port in Catalonia, N.E. Spain. The Jewish settlement there was of ancient date; Jews apparently established themselves in the harbor town during the Roman era. A laver discovered there bearing the inscription Peace over… …   Encyclopedia of Judaism

  • Tarragona (DO) — Tarragona Denominació d’Origen (DO) is located in the south of the province of Tarragona (Catalonia, Spain) and covers three distinct areas: the Camp de Tarragona, a part of the Priorat comarca (district) and a part of the Ribera d’Ebre comarca… …   Wikipedia

  • Tarragona —   [ ɣona],    1) Provinzhauptstadt in Nordostspanien, Katalonien, 60 m über dem Meeresspiegel, Hafenstadt und Seebad am Mittelmeer, 114 900 Einwohner; Erzbischofssitz; Universität; Priesterseminar; Museen; Erdölraffinerie, bedeutende chemische… …   Universal-Lexikon

  • Tarragona — tarragona. m. Vino procedente de la provincia española de Tarragona. * * * Tarragona es una ciudad localizada al sur de Cataluña, España, en la costa mediterránea, capital de la provincia del mismo nombre. * * * Tarragona, Camp de Provincia del… …   Enciclopedia Universal

  • Tarragōna [1] — Tarragōna, span. Provinz, umfaßt den südlichsten Teil der Landschaft Katalonien, grenzt im N. an die Provinz Lerida, im NO. an Barcelona, im SO. an das Mittelländische Meer, im SW. an Castellon, im W. an Teruel und Saragossa und hat einen… …   Meyers Großes Konversations-Lexikon

  • Tarragōna [2] — Tarragōna, Hauptstadt der gleichnamigen span. Provinz (s. oben), am Abhang eines Hügels an der Mündung des Francoli in das Mittelländische Meer, an den Eisenbahnlinien Barcelona T. Valencia und T. Reus Lerida gelegen, zerfällt in die obere,… …   Meyers Großes Konversations-Lexikon

  • Tarragona — Désigne celui qui est originaire de Tarragona en Catalogne, ville qui fut dans l antiquité capitale d une importante province romaine. La cité s appelait alors Tarraco(ne). Etymologie inconnue. On rencontre avec le même sens le nom de famille… …   Noms de famille

  • tarragona — m. Vino procedente de la provincia española de Tarragona …   Diccionario de la lengua española

  • Tarragōna — Tarragōna, 1) Provinz des spanischen Fürstenthums Catalonien, zwischen Valencia, Aragonien, den catalonischen Provinzen Lerida u. Barcelona u. dem Mittelmeer, 204,8 QLeguas (115,2 geogr. QM.) mit 320,600 Ew., ist durch die Plateaus u. zerstreuten …   Pierer's Universal-Lexikon

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